Al principio del siglo XX, el estado chileno creó un título para dar a los Mapuches, era el “título de merced”. Con este título de propiedad, las familias mapuches iban a recibir el territorio correspondiente al espacio que ocupaban.
Sin embargo las autoridades han considerado que lo que estaba ocupado era el territorio que ocupaban sus casas y sus jardines, olvidando el hecho de que el pueblo Mapuche es un pueblo muy móvil que cría su ganado sobre inmensas superficies de tierra. Así las familias mapuches fueron reducidas a vivir sobre algunas hectáreas, raramente más de 10. Es así como la producción en estas tierras ha disminuido radicalmente reduciéndose el rendimiento del suelo, que ha perdido parte de su valor. De esta forma numerosos Mapuches tuvieron que desplazarse a las ciudades provocando un fuerte éxodo rural.
El estado chileno favoreció la creación de grandes propiedades territoriales, “los fundos”, al lado de las comunidades mapuches. Grandes superficies fueron dadas a particulares, y por contrapartida, estos propietarios tenían el papel de poblar estos territorios de colonos, expulsando así a los Mapuches.
Por ejemplo, a finales del siglo XIX, una familia llegada de Alemania ocupó una gran propiedad de 6000 hectáreas: “el Fundo Tranaquepe”. Alrededor de la propiedad, encontramos algunas comunidades mapuches compuestas de decenas de familias, viviendo en reservas de 300 hasta 400 hectáreas.
Desde principios del siglo XX, los Mapuches empiezan a reivindicar sus derechos, protestando en los tribunales creados para ellos, los llamados “juzgados de indios”, aunque no obtienen muchos resultados (los indios salen pocas veces vencedores frente a los terratenientes). Se consiguió establecer algunas conversaciones entre Mapuches y representantes locales del gobierno de Allende, con la finalidad de tomar en consideración las reivindicaciones de los Mapuches, sin embargo el golpe de estado militar cerró todas las negociaciones.
Hoy en día, los Mapuches, juntamente con historiadores chilenos, están trabajando sobre la reconstitución de su territorio inicial, a partir de la historia del espacio y analizando fuentes históricas como las crónicas militares escritas por los generales encargados de la conquista del territorio. Pero no es fácil, pues por ejemplo, actualmente, la multinacional forestal Mininco tiene 700 000 hectáreas de tierras en Chile ella sola, y los Mapuches tienen 600 000 hectáreas para 800 000 personas. La lucha para la recuperación del territorio, no será nada fácil.